La arquitectura apasiona, conmueve, se siente, se mira y se demuestra, es relativamente humana que crea sensaciones diferentes que lleva al ser humano a ser capaz de vivir en ella, crecer en ella y hasta morir en ella.
La arquitectura no tiene limitantes, todo se extrapola, por que hacer arquitectura es sensibilidad, ya que todo su proceso se realiza con la cabeza, los sentimientos y la imaginación que hace que esta se pueda sentir.Todo esto deja en el proceso de diseño una realidad muy clara, la arquitectura soluciona y hace la vida de los usuarios un mundo propio.
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